viernes, 17 de agosto de 2007

Jardines Zen: Armonía, Belleza y Relajación I

Estanques de arena. Rocas que son montañas. Ondas estáticas. Cañas de bambú que se agitan levemente con el viento. Agua inmóvil. Agua que fluye. El verde intenso del musgo. Piedras pulidas, talladas… Conozca a los jardines zen.

CÓMO CREAR TU PROPIO JARDÍN ZEN

Disfrutar de un Karensansui, jardín Zen, no se reduce a su contemplación. Estos 'oasis' son pequeñas obras estéticas, su 'creación' forma parte del proceso. Si buscas espacios de relajación, si te gusta la belleza y la armonía, si quieres sentirte en contacto con el cosmos: crea tu propio jardín Zen, puedes hacerlo a 'tamaño natural' pero también en miniatura.

Lo primero que debes hacer es imaginar un diseño, establecer los elementos con los que quieres contar y cómo te gustaría combinarlos.

• Arena. Es un elemento esencial. La tradición Zen cree que repele las malas energías y aporta serenidad. Puedes ponerla lisa o rastrillarla con surcos, que parecen ondas de agua en movimiento. El tipo de arena va a gustos, pero cuanto más fina sea más suavidad trasmitirá. La arena de cuarzo es muy utilizada, como también la de playa. Es importante que cuentes con una tela antiraíces en los lugares que tengas con grava o arena.


• Agua.Fuentes, con agua reciclada, los estanques, riachuelos y hasta pequeñas cascadas dan buena muestra de la importancia del agua en estos jardines. Una importancia que está también en forma de metáfora visual a través de las superficies de arena: la alisada asemeja al mar calmo, al océano; la surcada, al agua en movimiento.







• Piedras. Otro elemento fundamental. Su forma y colocación ayuda a crear perspectivas y espacios concretos. Según la tradición Zen, representan las experiencias vitales. Suelen utilizarse en número impar y no 'deben' colocarse de forma simétrica. Existen diferentes tipos de piedra, rocas esculpidas o no, cantos rodados… con los que puedes crear tu propio jardín. Si vas a utilizar piedras grandes, debes decidir su ubicación en el diseño previo, pues luego no es fácil cambiarlas de lugar.

• Estatuas. El gusto por este tipo de jardines está suponiendo también un cambio en los elementos decorativos habituales en los jardines europeos. Los enanos y las estatuas tradicionales dejan paso a budas, sibas y otros elementos orientales.

• Velas o lámparas japonesas. Crean ambientes ideales para la relajación y la meditación. Además de estos elementos, puedes utilizar cristales de cuarzo o conchas.


En cuanto a las plantas, éstas son las más indicadas (ten en cuenta que la mayoría de las plantas que se aconsejan son las más adecuadas para un tipo de suelo poco ácido).
• Bambú (como es de rápido crecimiento, debes vigilarlo con atención, para que ocupe justo el espacio que deseas y no invada el resto de la zona).• Helechos.• Azaleas.• Magnolias.• El musgo sirve por si solo para 'teñir' de verde los espacios de tu jardín que decidas. Es uno de los elementos más habituales en este tipo de diseños.

En miniatura
Para tener tu propio jardín Zen no es necesario que cuentes con un amplio espacio. Basta una pequeña superficie que cubras con arena fina, con pequeños cantos de piedra y también puedes plantar algo de musgo.

Tienen un precio más asequible, y el efecto relajante es el mismo. Un rastrillo y paciencia para dibujar formas con la arena es un método ideal para recuperar la calma.

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